viernes, 10 de junio de 2011

AQUEL RINCÓN DE PALABRAS

Buscando un espacio vacío
para llenarlo de lo que quizás
no persista,
de lo que quizás
por miedo
nunca llegó a tomar forma
y lloró eternamente
su impotencia.

Frases que comenzaron hace ya alunos años
vuelven ahora a terminarse
como ecos mil veces repetidos.
Horizontes de mundos futuros
se unen en el minuto de las palabras.

Proceden
de aquél rincón deshilachado y roto
del que salen las blasfemias y las artes,
los enjambres de abejas y el solkitario diplodocus,
disecado en la arena de sus propios huesos.
De aquél desván surgieron
este papel de sueños encontrados
y estas palabras sin pensamiento.
Hacia aquél rincón irán
las líneas de un poema
mil veces leído,mil veces gastado.

En el desván de lo recóndito
todo se une,las siluetas a las sombras,
las personas a las figuras,
y acechando desde arriba
una maraña de hilos se alza
sobre la enorme figura
de una marioneta de azabache
erguida en su propia red,
acechando un punto oscuro y casi invisible,
alas cristalizadas en el polvo,
ojos sin expresión que nunca aprendieron a mirar.

En el eterno juego de la araña y la mosca
nunca está lejos una de otra,
están tan vitalmente unidas
que en el instante de la caza
no existe el sonido,
sólo el reflejo mudo
de nuestros ancestros.

AMIN