sábado, 1 de octubre de 2011

ECO

El eco de la voz de la vida
se levanta en el firmamento
y juega entre los coches y las estrellas
añorando el pasado que nunca se vivió
y el presente que se escapa en una nube muy alta y muy azul
inundada de destellos de rosas contaminadas.

Lucha el mundo en un segundo,
se oyen a través de los ojos los compases del firmamento
y el mar se escapa y se seca
muy cerca de las imágenes de las sombras,
muy lejos del ocaso de los túneles cerrados e inciertos.
Entre el sol y el vuelo,
entre el niño y el viejo,
entre los pájaros y las notas,
un algo se arrastra de irrealidad y miedo.
Un algo de pintor deshecho,
un algo de pintura perfecta,
un algo de vida maravillosa
que rebosa el firmamento.
Locura de sueños sin vida,
afán de fiebre desmedida,
deseo de alcanzar con las palabras
el mundo que se pierde en las miradas.


AMIN