martes, 24 de abril de 2012

IMPROVISACIÓN

          El olor a algas verdes se funde con los rayos del sol sobre la superficie del mar. Ondas irrepetibles se revuelven contra su destino y llegan a la orilla convertidas en espuma, un segundo, y son vapor flotante en el sabor amargo de la arena.
          Las olas se agrandan y remontan el cielo en una tormenta, acogiendo la música de bocas abiertas al mundo y al sol, jamás se cambiará su rumbo porque acompasan las ideas.
          Los árboles se refugian del calor bajo sus hojas y acarician la arena con sus raices incrustadas en la tierra.
         Una brisa invisible resbala por la pendiente y se convierte en barro, uniendo el pasado a lo real y haciendo desaparecer cualquier duda.
        Los rayos se reflejan a sí mismos y se hacen tan oscuros como el mar, azules y transparentes como la espuma.
        Y mientras tanto, las nubes se pelean por acercarse al calor del sol como una banda de chiquillos hambrientos, y un grupo de gaviotas se extravía en su propia esencia.

AMIN