Buscando un espacio vacío
para llenarlo de lo que quizás
no persista,
de lo que quizás
por miedo
nunca llegó a tomar forma
y lloró eternamente
su impotencia.
Frases que comenzaron hace ya alunos años
vuelven ahora a terminarse
como ecos mil veces repetidos.
Horizontes de mundos futuros
se unen en el minuto de las palabras.
Proceden
de aquél rincón deshilachado y roto
del que salen las blasfemias y las artes,
los enjambres de abejas y el solkitario diplodocus,
disecado en la arena de sus propios huesos.
De aquél desván surgieron
este papel de sueños encontrados
y estas palabras sin pensamiento.
Hacia aquél rincón irán
las líneas de un poema
mil veces leído,mil veces gastado.
En el desván de lo recóndito
todo se une,las siluetas a las sombras,
las personas a las figuras,
y acechando desde arriba
una maraña de hilos se alza
sobre la enorme figura
de una marioneta de azabache
erguida en su propia red,
acechando un punto oscuro y casi invisible,
alas cristalizadas en el polvo,
ojos sin expresión que nunca aprendieron a mirar.
En el eterno juego de la araña y la mosca
nunca está lejos una de otra,
están tan vitalmente unidas
que en el instante de la caza
no existe el sonido,
sólo el reflejo mudo
de nuestros ancestros.
AMIN
Nunca es tarde para desempolvar los rincones olvidados de nuestra memoria y de nuestra imaginación...
ResponderEliminarMe gusta tu poema, describe lentamente un mundo lento, casi apagado, pero lleno de vida todavía...