¡Cruél asesina de recuerdos sin nombre!
Escabullida en la arena de un mar sin tiempo,
vuélvete contra tí para renacer...
asesínate sin piedad ...
anticípate al augur que llora lamentos enfermos de muerte.
Escóndete de todos porque sin nadie naciste,
asida al mundo por el vacío de la existencia
que te recuerda estás viva y no más.
Elígete entre tus pensamientos y créate de nuevo,
estás entre las basuras de un estercolero.
¿por qué será que ya no luchas?
¿por qué será que ya no existes?
¿por qué será que no te sientes?
No sé si será tu soledad más amarga que la mía,
pero sí sé que mi ser solitario
es mucho más soledad que el tuyo,
y nunca la soledad vistió cariño alguno,
por eso y por tantas cosas es en este momento el palpitar mío,
y si apenas lo reconozco
es a través de estas menudas letras
que sin esperar salieron
de los borbotones de sangre
que existen en mis cabellos,
emergieron de las olas que de la arena
me desistieron,
por estar tan anclada
allí dentro...
durante mucho,mucho tiempo,
todo el que tarda una vida en darse cuenta de que vive,
todo el que tarda un corazón en palpitarle al día
con su propio y único ritmo.
Allí dentro todo era escurridizo,
todo el sol salado del mundo estaba allí,
fosilizado cuál cristal opaco sin aliento.
Duérmete, y llena tu vida de sueños
que la vida sola encontrará el desvelo,
o el verdadero sueño.
Emerge el gigante de la gruta
y grita en la oquedad de la espuma
valiente, alzando su cetro,
más el chisporrotear del agua sobre su pelo
lo abrasa como fogata infernal de llamas blancas,blancas
y malvas como la libertad del muerto,
y los rayos del sol le carcomen
la enorme piel disecada,
en un segundo cartón piedra,
de vaciedades sabio,
el viejo gigante marcha
bajo sus piés cansados
plenos de trotes y llantos
el viejo gigante marcha
y se recubre de escarcha bajo la montaña,
sin arena el mundo ya no existe,
sin arena la piel se despelleja con los jirones de luz
de una ventana en cualquier ciudad,
sin arena
terminó
este canto largo y amargo
porque
estaba tan dentro tan dentro
del mundo
que fundió el mar
y asesinó las partículas del tiempo arenoso
como si sólo un millar de siglos hubieran pasado
a través de estas palabras
miradas con los ojos de una mano.
AMIN
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